Ignacio Garralda Ruiz de Velasco

Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña, ha concedido una entrevista al medio El Mundo. En ella, ha asegurado que ante la crisis sanitaria y económica que estamos viviendo provocada por el Covid-19, la prioridad es la emergencia social. “Los ERTE, el ingreso mínimo vital, todo eso debe distribuirse ya. Hay que volcarse con la gente que lo está pasando mal. Pero las inversiones deberían acometerse serenamente, con más rigor del que hemos mostrado últimamente y con la colaboración del sector privado”, ha destacado Garralda.  

Durante la crisis del Covid-19 en Mutua Madrileña, se han volcado en ayudar a los colectivos más vulnerables afectados por la pandemia, así como a sus proveedores y clientes que se encontraban en una situación difícil. Además, en la aseguradora se han comprometido en mantener a toda la plantilla y a seguir desarrollando sus planes y proyectos para lograr un crecimiento sostenible.   

En 2008, Ignacio Garralda Rui de Velasco asumió la presidencia de Mutua Madrileña coincidiendo con el estallido de la Gran Recesión. Al principio fueron tiempos difíciles, pero no tardó en darse cuenta de que Mutua Madrileña podía convertirse en una gran empresa. 

Según el presidente de Mutua Madrileña, el primer reto fue aplicar la filosofía inversora. “Se terminaron las compras especulativas de empresas del Ibex 35 y se recuperó la operativa tradicional, más cauta. La otra vía era más alarmante. Las pólizas estaban cayendo a un ritmo de 5.000 al mes. La razón eran las subidas de tarifas de 2006 y 2007. Se estaba repercutiendo a los asegurados el IPC de los talleres para preservar el margen. Era lo que se había hecho toda la vida, pero los tiempos habían cambiado. Cuando empezó, Mutua no tenía agentes ni hacía publicidad. Los clientes venían solos y guardaban cola para que les vendiéramos una póliza. Ese paraíso gerencial se había acabado. Ahora había otras aseguradoras con ofertas muy agresivas y nuestro punto fuerte, que consistía en un buen servicio a un precio asequible, había dejado de ser competitivo”, ha explicado Garralda a El Mundo. 

Ante esta situación, la compañía puso en marcha una rebaja de primas para mantener la facturación. El segundo reto fue la caída de Lehman Brothers y las especulaciones sobre la desintegración del euro. «Tuvimos suerte de que 2007 nos cogiera con una deuda del 36% del PIB. Había margen para actuar, pero los tipos de los bonos del Estado se fueron al 7% y, hasta que Mario Draghi no pronunció en 2012 el famoso whatever it takes, no respiramos. Aquí ya teníamos un plan B, por si España salía de la moneda única», ha resaltado Ignacio Garralda. 

Desde ese momento, Mutua Madrileña ha sabido afrontar todo tipo de retos y crecer dentro de su sector. Lleva dos años liderando el ranking nacional de seguros generales (no vida) gracias a su diversificación geográfica y sectorial. En 2016, dio el salto internacional con la entrada en Bci Seguros de Chile, y el año pasado compró el 45% de la colombiana Seguros del Estado. Pero la operación de mayor calado la cerró en 2011, cuando incorporó a su compañía a SegurCaixa Adeslas, tras adquirir el 50,1%, y firmó una alianza para comercializar los productos de la nueva sociedad a través de la red de Caixabank. Según Ignacio Garralda, es el mejor acuerdo de bancaseguros de España y probablemente de Europa. 

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